En
numerosas ocasiones nos topamos con una pregunta, ¿Crees en Dios?; en nuestro
país podríamos decir que un 80% contestaría
Si Creo, ahora bien me gustaría sustituir
esa pregunta por la siguientes; ¿Confías tu vida completamente en Dios? ¿Vives conforme a su
palabra?; imagino que ahí nos daríamos cuenta de como está la sociedad con Dios y podríamos observar las controversias
de las respuestas que recibiríamos, veríamos claramente como la humanidad
con el tiempo ha distorsionado la verdad y las palabras, convirtiendo a Dios
como una verdad relativa, ya no como una verdad Absoluta, esto quiere decir; que
cada uno tiene su propia definición de Dios, tiene sus propios conceptos,
alterando su importancia y al hacerlo relativo consideran otros intereses y
actividades por encima de Dios y desafortunadamente esos intereses nos llevan
al deleite de la carne, llevándonos al egocentrismo al Yo soy primero.
Podemos
observar como la humanidad se esta destruyendo por la falta de Dios en su vida,
haciendo a un lado los valores que se enseñan en el hogar así como los que se enseñan en la iglesia, nos
damos cuenta que ya no es suficiente creer ni conocer los valores, ya que la
humanidad aun conociendo las consecuencias de los actos, sigue desobedeciendo llevándolo al
pecado y esto es alarmante, ya que anteriormente al conocer las consecuencias
no existía la Tolerancia, desafortunadamente en estos tiempos con el
modernismo y los nuevos conceptos que esta estableciendo la sociedad, ya no solo se esta ampliando e imponiendo la tolerancia a nuevas formas y grupos humanistas, sino lo mas alarmante es que esta tolerancia ya se esta aceptando por la sociedad como una forma de vida alterna,
podemos observar la tolerancia que se está dando como por ejemplo al homosexualismo, a la desnudez, a las drogas, a las relaciones
extramaritales, a la brujería, a la adivinación, asi como a la muerte y a otros dioses, estamos viendo como la sociedad y en especial la juventud esta siento
el principal objetivo de esta destrucción.
Nos preguntaremos que esta fallando al ver que la creencia y los valores
no son suficientes?, podría contestarles, la falta de convicción que nos da el Espíritu Santo para poder discernir entre el bien y el mal, la falta de comunion con Dios y al preguntarnos donde empieza, les contestaría; todo empieza en la familia, con la falta de autoridad del padre y el permitir la tolerancia a la entrada de esos conceptos a su hogar, aunado a la pobre enseñanza por parte de nuestros
lideres en las iglesias, la falta de compromiso, la conformidad de los mismo
para su congregación y los malos ejemplos para nuestra juventud, ahora como lo
resolvemos? pues sencillo y empezar primeramente con la comunión del varón con Dios para así tener la convicción necesaria para poder profundizar la enseñanza con su familia, establecer nuevamente reglas y límites en su familia pero con sabiduría, con amor, con dedicación y responsabilidad, teniendo como principal maestro a Dios con ayuda del mejor manual como lo es la Biblia y de igual manera en nuestras iglesias, es importante tu como
pastor, como líder en tu congregación, tener mucho cuidado en la enseñanza,
establecer enseñanzas frescas y ponernos continuamente en oración para que no
sean nuestras palabras si no las de nuestro Señor, tener cuidado en la forma en
que actuamos con nuestra congregación, ver como se desarrollan tus lideres, orientar a nuestro
grupos matrimoniales.
Tú, Padre de familia, tú pastor ó
líder, tienen una gran responsabilidad, solo ustedes son las herramientas que puede
usar Dios contra este mundo que se esta corrompiendo día a día, empezando por tu familia,
tu iglesia, tu comunidad, tu estado y tu país, estemos entregados a Dios y
pidiéndole por esa convicción que nos hace falta para poder ser y bendecir a
quien lo necesita y cuidado con nuestros jóvenes ya que son los que son más
susceptibles a los ataques del maligno por medio de los medios como los son: la
televisión (por medio de sus programas liberales donde ya no existen limites
o reglas, donde los jóvenes se burlan de sus padres y de la autoridad), las modas (que establecen falsos modelos al como alcanzar la perfección, engañando principalmente a las mujeres), las ciencias y tecnologías (como lo son el internet por
medio de las redes sociales promoviendo la inmoralidad sexual, el adulterio, el engaño, así como el robo de identidad,) regresemos a los principios de Dios, al que todo
parte de Él, por medio de la enseñanza, la oración y la comunión familiar
para con Dios.
No basta solo con decir yo creo, si no hay que confiar nuestra vida completamente a
Dios para tener convicción, ya que el maligno busca todos los dias, formas nuevas de engañar, porque sabe que le
queda poco tiempo. Que Dios los Bendiga.