El Señor desea que podamos tener
una identidad firme; una identidad la cual sea forjada con base en su palabra, nos
preguntaremos cual es el modelo a seguir?, como puedo tener una identidad como
Dios desea?, y la respuesta es sencilla, la vida de nuestro señor Jesucristo en
esta tierra es el mayor ejemplo de una identidad perfecta, una identidad santa,
recta, humilde, misericordiosa y llena de amor, una identidad basada en Dios,
desafortunadamente en la actualidad el maligno engaña al mundo estableciendo
falsos modelos de identidad y podemos ver tristemente que la humanidad busca una
identidad en base a las cosas que hace, o conforme a lo que tiene como lo son sus
posesiones materiales, la cantidad de dinero, en sus títulos
profesionales, en sus amistades, en las modas, en las clases sociales a la que
pertenecen, en los grupos de actividades humanistas, en el homosexualismo, en
los deportes, pero nunca desean una identidad en base a Dios, y con esto
podemos entender el porque del crecimiento en el mundo de las ahora llamadas
enfermedades del nuevo milenio como lo son: el estrés, la desilusión, la tristeza,
llevándolos a la depresión, y estas ocurren por la falta de una identidad firme,
ya que el resultado de vivir conforme a esas formas son vanas y temporales, llevando a la satisfacción de la carne y
a las emociones llevándonos al egoísmo y a la vanagloria, pero nos damos cuenta
que son pasajeras, por eso al perder esas emociones y satisfacciones caen en
la tristeza.
El Señor Jesucristo vino a
restaurar la identidad que satanás esta corrompiendo al mundo, y la
restauración que el Señor establece
en tu vida, edifica una convicción, un discernimiento, un corazón firme que se guarda ante las emociones que corrompen la carne
y el espíritu, esa identidad te hace tener una necesidad continua por servir, por
el dar, por hacer el bien, establece firmeza ante la tentación, ante los
ataques, un amor sincero, pero sobre todo con esa necesidad de buscarle y necesitarle,
en pocas palabras una dependencia total de Dios.
“Cuando el diablo se levante
para apartarnos, desanimarnos, robarnos la bendición, quitarnos la palabra del
reino, alejarnos de la Iglesia, fidelidad y santidad, saque su IDENTIDAD, y
diga, yo soy un HIJO DE DIOS, mi Padre, me ayudará, me cuidara, me protegerá,
me sostendrá, porque mayor es el que esta en mi que el que esta en el mundo.
No pierdas tu identidad de Hijo de Dios y nunca más el enemigo intentara
acercarse a ti...cuando pierdas la identidad de quien eres en Cristo, buscaras
en drogas, alcoholismo, adulterio, ó en los falsos modelos etc.
Pero cuando a pesar de las
dificultades, tentaciones y debilidades te mantienes firme creyendo en quien
eres, nadie te quitara lo que Dios ha determinado antes de la fundación de este
mundo.
Yo soy hijo, y en mi Padre
tengo herencia... yo soy hijo...somos hijo”
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