Cuando
hacemos la oración de aceptación a Jesucristo como único salvador vivimos una
experiencia inigualable, Después de la conversión la vida del creyente debe
estar regida por el Espíritu Santo "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley, pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseo. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu, No nos hagamos vanagloriosos, irritandonos unos a otros, envidiandonos unos a otros. Galatas 5:22-26" de tal manera que el fruto del Espíritu es
distinto de la vida pasada, ) ahora bien si observamos que alguno de los frutos
del espíritu no se ven reflejados en nuestra vida ó al igual vemos que hay un
indicio de la obras de la carne no ha nacido de nuevo. Es importante saber
que los frutos del espíritu vienen ligado uno a otro, por ejemplo si alguien
dice tener amor, debe de manifestar su
gozo, si existe gozo debe tener paz, y
si tiene paz debe manifestar benignidad etc.
En otras palabras ninguno debe de hacer falta
en nuestra vida, todo se va a notar porque el espíritu santo no se manifiesta en medida. Ya que así como
todo es completo el espíritu santo.
a) Amor: un fruto hermoso que no es entregado,
primeramente un amor pleno, puro, fiel e incondicional, a nuestro señor y por
añadidura nos dará amor a nuestro prójimo. " El amor es un don de Dios, es
un atributo de Dios por que Dios es amor. 1Juan. 4:8
b) Gozo: Esto quiere decir la alegría permanente en
el creyente, primeramente el gozo de
sentir su amor, su misericordia, su perdón y la aceptación de ser hijos de Dios
y por añadidura daremos gozo a nuestro prójimo y en las acciones que
realizamos.
c) Paz:
Es una paz muy diferente a la que ofrece el mundo, es una paz interna que da
Cristo en nuestra vida, una paz que tenemos en que nos fue dada vida eterna,
una paz inamovible, es un bienestar total que implica la tranquilidad y serenidad
del espíritu.
d) Paciencia:
Este fruto es reflejo al mostrarnos completamente opuestos al enojo, nos da
constancia, firmeza y perseverancia, nos da tolerancia en todas las
circunstancias que se nos presentan.
e) Benignidad:
Nace en nosotros la amabilidad sincera,
una bondad tomada de la mano con una excelencia de carácter, un carácter suave,
así como la tranquilidad del espíritu con una disposición reposada para tratar
con cortesía. la benignidad se asocia
con la misericordia de Dios ya que el es rico en Misericordia.
f) Bondad:
la bondad es aquella que nos impulsa al arrepentimiento de un perverso corazón,
si el creyente anda en luz manifestará bondad y esta es asociada con la
justicia y la verdad con diferentes manifestaciones de un mismo fruto, la bondad
nos guía a buenas obras, a tener un carácter bueno mostrando nuestro amor en
cristo con hechos a nuestro prójimo.
g) Fe:
la fe es la virtud de un creyente en el carácter de uno en que se puede
confiar, o que es digno de confianza, fidelidad, honestidad, confianza en el
trato de uno con otros, lealtad, nos hace ser hombres fieles en nuestras palabras, promesas, un
hombre en quien se puede confiar y creer. Nos es entregada una fe que nos hace
accesibles a Dios y es una fe que no menguara jamás. Fe
es también el gozo, el regocijo que brota del sentir misericordia divina, lo
comunicado del alma del perdón de sus iniquidades y de la gloria eterna, que
comienza a gozar con el perdón de sus pecados.
h) Mansedumbre:
Nos da un carácter con gentileza, amistad, opuesto a la aspereza, al mal
temperamento, al enojo repentino,
soportando la incomodidad que se nos presenta, es muy importante saber que la mansedumbre no
quiere decir que seamos débiles, es un
fruto que se encuentra en un lugar elevado en la lista de virtudes humanas debido al ejemplo a la enseñanza de
Jesucristo, la mansedumbre soporta a los unos y a los otros, aun con sus
palabras responderá con mansedumbre y nos conduce a una perfecta cortesía para
que podamos reprender el rencor, así mismo discutir sin intolerancia, encarar
la verdad pero sin resentimiento, enojarse sin pecar, ser amables y sin embargo
no ser débiles.
i) Templanza:
Nos ayuda a tener control de nosotros mismos,
se conoce también como el dominio propio, un virtud que nos ayuda a ser
equilibrados en nuestra conducta, el control propio de nuestro pensamiento,
nuestro enojo, nuestro hablar, el ejercicio del dominio propio refleja el poder
de Dios en nuestra vida.
El
fruto del Espíritu Santo tiene en si una relación mutua que ninguno de los nueve
están separados, todos están juntos en esencia pero basados en el amor. No
debemos confundir "Obras de la Carne" con el "Fruto del
Espíritu", existe una gran e incomparable diferencia
El fruto del Espíritu Santo indica unidad.
Mientras que la obras de la carne en su pluralidad originan conflicto y confusión
El fruto del Espíritu origina armonía
Las obras de la carne luchan entre si
El fruto del Espíritu contribuye a la unidad y perfección
El fruto del Espíritu ayuda en las debilidades a triunfar.
Las obras de la carne destruyen, debilitan y condenan al creyente
El Espíritu ayuda a orar, buscar más a Dios por que El intercede por nosotros.
El Espíritu hace triunfar, fortalece y hace perseverar.
Pero la carne debilita, apaga, espiritualmente sin compasión Lo cual solo el Espíritu Santo nos hace victoriosos.
El fruto del Espíritu Santo indica unidad.
Mientras que la obras de la carne en su pluralidad originan conflicto y confusión
El fruto del Espíritu origina armonía
Las obras de la carne luchan entre si
El fruto del Espíritu contribuye a la unidad y perfección
El fruto del Espíritu ayuda en las debilidades a triunfar.
Las obras de la carne destruyen, debilitan y condenan al creyente
El Espíritu ayuda a orar, buscar más a Dios por que El intercede por nosotros.
El Espíritu hace triunfar, fortalece y hace perseverar.
Pero la carne debilita, apaga, espiritualmente sin compasión Lo cual solo el Espíritu Santo nos hace victoriosos.
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