Después de vivir y recordar la semana mas
importante en la historia de la humanidad, pudimos meditar y reflexionar, dentro
de las diversas enseñanzas que nos dio sobresale “El perdón que tuvo para la
humanidad".
El hablar de perdón para muchos se les hace una
situación muy difícil de realizar, pero sabemos que Jesucristo vivió ofensas
aun mayores de las que podemos experimentar, desde la humillación, el maltrato
físico, la traición de los que le rodeaban y lo seguían, la burla, y nos
podemos imaginar del gran dolor que causo en su corazón, pero sin embargo nos
enseño la gran misericordia y el amor que vive en Él, de manera que desea que
entendamos y sigamos sus enseñanzas, ahora algo muy importante es que el perdón
no solo es una simple palabra, sino que va mas allá de lo que podemos imaginar.
El no perdonar hace que vivamos con cargas como
lo son; la tristeza, el rencor, la desilusión, la amargura y al sentir estos
sentimientos entran en conflicto con los frutos del espíritu santo; Amor, gozo,
fe, benignidad, bondad, templanza, paz, mansedumbre, paciencia, y esto quiere
decir que el espíritu santo no mora en nosotros a causa de los sentimientos que
provocan la falta de perdón no permitiendo la comunión con Dios.
"Él es quien perdona todas tus iniquidades,el que sana todas tus dolencias..."Salmos 103:3
Es importante que se entienda que al perdonar El Señor mueve esas cargas que nos atormentan y en resultado nos devuelve la paz que tanto necesita nuestra alma. Pero
lo mas delicado que debemos entender es que Jesucristo nos enseño a que perdonemos
para que nuestro Padre Celestial pueda perdonar nuestros pecados.
"Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial..."Mateo 6:14
No vivamos con la amargura de las ofensas y perdonemos, para que
nuestro Señor se deleite con nosotros y nos llene de su gran amor.
"Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados." Isaías 43:25
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